La vivienda se trata de un paralelepípedo puro de hormigón, donde se rompe en uno de los extremos, donde se sitúa el salón, el comedor y la cocina, produciendo una transparencia visual que conecta las zonas de la parcela.
Aprovechando el desnivel del terreno, la pieza vuela sobre él, abriéndose un gran hueco en el dormitorio principal a sur, donde se aprovecha el soleamiento y las magníficas vistas.
La vivienda se trata de un paralelepípedo puro de hormigón, donde se rompe en uno de los extremos, donde se sitúa el salón, el comedor y la cocina, produciendo una transparencia visual que conecta las zonas de la parcela.
Aprovechando el desnivel del terreno, la pieza vuela sobre él, abriéndose un gran hueco en el dormitorio principal a sur, donde se aprovecha el soleamiento y las magníficas vistas.
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